lunes, 31 de julio de 2017

Conexiones

¿Qué son puentes? ¿Hablamos de la realidad o de la metáfora? Hoy he escogido la metáfora.

Un puente es una estructura que permite unir dos lados separados por un gran vacío. Pueden ser sencillos o muy elaborados. Los hay colgantes, de soga, de madera, de hierro, de concreto armado, de acero, mixtos. Hay puentes bellos y puentes feos, hay puentes grandiosos y puentes sencillos. Pero todos cumplen la misma función: unir esas dos partes separadas.

Tal vez por eso, la metáfora del puente es tan adecuada a lo que quiero expresar. Si el puente permite unir, ¿qué hay a ambos lados que necesita ser unido? Dos partes, dos formas de vivir, dos visiones del mundo, dos pueblos, dos lenguas, dos tribus, dos razas.

El puente como conexión, como espacio de encuentro entre estas dos partes. Como lugar neutral que da paso al diálogo, que nos permite conocer lo que hay del otro lado, y después de conocer, aceptar que quienes están del otro lado también pueden tener razón, y que a pesar de las diferencias, hay mucho que nos une.

En el mundo que vivimos ahora, tenemos dos opciones. Construir puentes que nos acerquen o construir muros que nos separen. Me ha sido difícil encontrar con que ilustrar esta idea que tenía en mente. Le he dado vueltas por semanas. Puentes, conectar, ampliar horizontes, salir de nuestra zona de confort, ser fraternos.

Y terminaba pensando en una serie de Netflix que ha sido cancelada (más por costo que por falta de fans). La serie es Sense8, creada por Lana y Lilly Wachowski junto a J. Michael Straczinsky, dirigida por las hermanas Wachowski y con cinematografía de John Toll. Cómo siempre con los trabajos de las Wachowski, las imágenes, la fotografía, la música, todo está muy bien compuesto, buscando maximizar las sensaciones. Así que, para quien no ha visto la serie, esto puede tener una pequeña cantidad de "spoilers".



Si la han visto, saben de qué va. Ocho personajes principales, todos ellos comunicados "sensitivamente" a partir de un determinado momento, del "nacimiento" de su grupo o cluster. Ocho personajes que inicialmente solo tienen en común el ser seres humanos del siglo XX, cada uno con sus propios mundos y modos de vivir. ¿Qué otra cosa podrían tener en común un buen policía de Chicago, una DJ islandesa en Londres, un buen actor mexicano y gay, una activista y hacker transgénero de San Francisco, un cerrajero y delincuente berlinés, una química farmacéutica hindú de Bombay, un conductor de autobuses de Nairobi con un buen corazón, una banquera de Seúl que además es muy buena en artes marciales? Pues que son un tipo distinto de ser humano. Eso que tienen en común, es lo que les permite compartir tantas experiencias estando en lugares tan distantes. Han conectado, sensorialmente, comparten pensamientos y sensaciones, pueden sentir lo que siente el que está físicamente en determinado lugar, y así también, pueden compartir entre ellos tanto lo que saben como sus habilidades, para ayudarse en situaciones de peligro.

Escena de Sense8. Conversan, aunque no están todos físicamente.
(From vox-cdn)
Esa relación sensorial, es el puente que los ha unido. Porque han tenido que conocerse, a fuerza de aparecerse en la vida de los otros en momentos cruciales, al principio sin saber porque o para que, pero que poco a poco y a pesar de las diferencias, han comprendido que deben ayudarse, que se necesitan. Porque aquello que los une, los pone en peligro pero también es su fuerza. Para conseguir eso han tenido que aceptarse. ¿Quién soy? Es un preguntan qué se hacen desde que sus vidas han cambiado, desde que están unidos sensorialmente. Han intentado desligarse, a veces, pero la conexión es muy fuerte y terminan aceptando que ya no son sin los demás. Sobretodo porque corren grave peligro. Son diferentes al resto por esa conexión. Y hay quien los quiere cazar, hacer experimentos, o matarlos solo por diferentes, y eso los une más.

¿Por qué será que el ser humano tiene tanto miedo a lo que es diferente? ¿A los que no encajan en lo "normal"? ¿De dónde proviene ese miedo? ¿Qué mal han hecho? ¿Cuál es su delito? Tan solo ser diferentes.

A pesar de la ficción (que tiene sus momentos alegres, tristes, violentos, eróticos, emotivos), lo que guardo siempre es el poder de ese "puente" sensorial, de lo que los une. Ojalá nos fuera concedido a todos ese poder de conexión. Mientras tanto, nos queda siempre la posibilidad de construir puentes y conocernos, ser fraternos, solidarios, conectados.

jueves, 27 de julio de 2017

Il Ponte Di Sant´Angelo


www.romeonrome.com

Este mes decidimos hablar sobre puentes. Y hacerlo implica también tender puentes, como han hecho Marissa y Cristina. Circunstancialmente yo estoy ahora en Italia llevando a cabo, como hace muchos años, con Lucho Villacorta un gran amigo y conocedor de la arquitectura y la historia como pocos Proyecto Italia, un curso dirigido a nuestros estudiantes de arquitectura. Esta vez nos acompañanan una de mis grandes amigas arquitectas Milagros Antezano y además  otra colega y amiga Maria Luisa Vasquez. Viajamos con veintiun estudiantes que están ávidos por descubrir, reconocer, opinar, hacer bocetos y escuchar la historia detrás de la historia, discutir las distintas técnicas artísticas   y constructivas y conforme avanzan los días descubrir como Italia durante el medioevo estaba compuesta por distintas repúblicas con su propia identidad que hasta ahora se percibe.

Entonces, tenía que hablar de un puente en Italia y he elegido uno que me trae muchas reminiscencias de toda índole. El Ponte di Sant'Angelo.

El Ponte di Sant'Angelo conduce al Castel Sant'Angelo originalmente construido como su propio mausoleo por un emperador que era un gran viajero y un admirador y conocedor del arte que se llamó Adriano. El Mausoleo se construyó entre el 134 y el 139 A.D y a la muerte de Adriano, sus cenizas fueron enterradas ahí un año después  en el 138 A.D y las de algunos  sucesivos emperadores también. El puente comunicaba la acera izquierda de Tiber con  el Mausoleo. Sería Adriano también el que le encargaría al arquitecto Apolodoro de Damasco la construcción del más grande y bello edificio de Roma, a mi parecer, el Panteón, templo dedicado al culto de los Dioses, hoy iglesia católica.

El Castel Sant'Angelo está tejido de anécodotas que enriquecen su historia. Durante las sucesivas invasiones bárbaras fue deteriorado, particularmente cuando los Visigodos con su guapísimo rey Visigodo, Alarico, saquearon Roma en el 410. La capital había sido mudada a Roma en el 404 por el Emperador de Occidente, Honorio, así que el imperio no caería hasta que Ravena, de donde escribo estas líneas fuera conquistada en el 476.

La historia que me interesa contar también es la del puente. Cuenta la leyenda que en el año 590 A.D, el Papa Gregorio Magno caminaba en una peregrinación hacia San Pedro con la gente que pedía clemencia para que la peste se acabara.
Al atravesar el puente se le apareció el Arcángel Miguel  con la espada desenvainada diciéndole que para Dios la peste había terminado.  Muchos siglos más tarde, durante el Barroco,  en 1667 el Papa Clemente IX le encargaría  al genio de la arquitectura y escultura Barroca, Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) y a sus asistentes, diez ángeles que están distribuidos a lo largo del puente haciendo su travesía más majestuosa. Los ángeles de Bernini han sido reemplazados por copias pero los de sus asistentes siguen en su lugar.

En el siglo XIV la tumba original comenzó a ser  utilizada como fortaleza y ese mismo siglo,  el Papa Nicolás III conectó el Castillo a San Pedro por una estructura cerrada llamada il Passetto di Borgo. Este serviría de via de escape al Papa Clemente VII y la gente que lo acompañó durante el saqueo de Roma por el ejército luterano del Emperador Carlos V en el 1527. En los calabozos del castillo pasaría un año y medio mi amiga Caterina Sforza, (1463-1509), hija ilegitima del Duque de Milán, Galeazzo Maria Sforza, Condesa de Forli y Sra de Imola,  una de las mujeres más valientes, cultas y formidables  de todo el Renacimiento. En sus calabozos pasaría seis años uno de los personajes más interesantes de la historia,  el filósofo, matemático, astrónomo y sacerdote dominico, Giordano Bruno (1548-1600) que en el 1600 sería quemado vivo, por considerar la inquisición que su pasión a la ciencia desafiaba las creencias de la iglesia. Otra historia por contar. También ahí pasaría una temporada preso el escultor Benvenutto Cellini (1500-1571) que había combatido desde ahí defendiendo a Roma del saqueo de 1527.

Por eso, por toda la historia, los personajes ligados a ella y los secretos que nos tiene que contar el Ponte di Sant'Angelo seguirá siendo mi favorito y para mí el más bello del mundo, porque además me recuerda a mi infancia y a mis viajes con mis padres a esta maravillosa ciudad. La primera vez que lo vi tenía once años y nuestro romance se ha hecho más intenso con el paso de los años y los conocimientos que vamos adquiriendo a lo largo de la vida


viernes, 14 de julio de 2017

Hablemos de postmo

Hold your horses! es un grupo francés indie, bastante reciente.

Hace algunos años, en una clase de historia del arte, Luis Lama tomó este vídeo como ejemplo de postmoderno, a pesar de no corresponder exactamente con la época: desde fines de la década de 1960 hasta bien entrada la de 1980. Lo hizo porque es un ejemplo clarísimo de algo que toma referentes de la historia para comunicar. Y lo hace muy bien.

 

Luego de un largo periodo de abstracción, de pretender que el ornamento es delito, de obras de arte cada vez más despojadas de elementos figurativos y referencias, la postmodernidad pretende regresarnos a un mundo conocido.

Tomando prestadas ideas del post-estructuralismo, la postmodernidad entiende que los productos culturales son un lenguaje, un modo por medio del cual no sólo navegamos el mundo: querrámoslo o no, a través de ellos nos expresamos. Pero, ¿qué podría expresar un cuadrado negro sobre un fondo blanco? ¿Qué unas líneas ortogonales que limitan unos cuadrados de colores brillantes? ¿Qué podemos leer en un conjunto de manchas? Tal vez ésas no sean las preguntas correctas a realizar frente a Malevich, Mondrian o Pollock, pero el hecho es que la gente se las hace. Cuando la gente está frente a una obra de arte, quiere un significado, quiere una historia, quiere ver algo.

El llamado es claro. No seamos tan solemnes, tan rígidos, tan distanciados de la "gente común". A través de la familiaridad, la historia, los lugares comunes y los clichés, estas obras de arte quieren acercarnos, con una buena cantidad de humor, en algunos casos. Es uno de mis períodos favoritos porque en el arte busca tender puentes.

Los resultados, muchas veces son estrafalarios. A veces caen en lo kitsch. Pueden, incluso, llegar a ser soluciones facilistas, copias, casi burlas de una historia profunda. Pero tal vez sea precisamente eso lo que hace que la gente se relaje un poco más y se permita un disfrute en el que no nos vemos forzados a pensar qué es lo que el artista nos está queriendo decir, porque es bastante obvio.

En arquitectura, los resultados son bastante curiosos. Mi favorita, de lejos, es Harold Washington Library Center, en Chicago, de Hammond, Beeby y Babka (1987-91). 


La imagen exterior no hace justicia al cambalache de elementos tomados prestados de otros tiempos y otros contextos. El zócalo es una copia de aquel que plantearon Adler y Sullivan, unas calles más abajo, en su maravilloso Auditorium. El cuerpo es una mezcla de palazzo renacentista, ventanas abocinadas románicas, decoración rococó y ese cristal reflejante que tanto enamoró a los arquitectos de los 80s. El remate... podría ser el Partenón. O un palacete oriental. O un chifa. Por dentro no se hace más sutil. 

Y a la gente le gusta.

Tal vez esa sea la lección más importante que nos deja la postmodernidad. El arte puede llevarnos más allá de las cosas a las que estamos acostumbrados. Puede insinuarnos nuevos mundos y nuevas vidas, o hacernos ver las de siempre desde otro ángulo. Pero también puede establecer diálogos más mundanos, disfrute, y tal vez una que otra carcajada.

viernes, 7 de julio de 2017

Tendiendo puentes: Cardo o ceniza

Nuestro tema del mes: puentes. 

Como el mes pasado, en que lanzamos Bocadillos de arte, en este mes de julio tampoco especificamos o limitamos el enfoque de nuestras publicaciones. Así, yo he elegido aproximarme a los puentes no como estructuras que conectan espacios sino como herramientas intelectuales, emocionales, espirituales. Conversaré, entonces, sobre esos puentes que ofrecemos para propiciar el dialogo, para buscar entendimiento, concordia y, ¡sí! también respeto.  

El 28 de junio ya quedó atrás, las marchas del Orgullo Gay ya fueron. Las estupideces – debería decir los comentarios aberrantes, en realidad – que se publican en uno u otro medio tratando de desmerecer, denigrar o atacar la celebración de la diversidad ya fueron también. Lamentablemente, esas estupideces evidencian el largo camino que queda por recorrer hasta que nos amemos todos sin importar a quién amamos. Sin embargo, gracias a las personas de buena voluntad, también aparecen otro tipo de publicaciones, esas que tienden puentes. Una de ellas, el video Cardo o ceniza.

 El descargo: Rodrigo Flores Consiglieri, codirector del vídeo (con Ian Ilbert), es mi sobrino.

Cardo o ceniza, la canción, fue compuesta por Chabuca Granda en 1977. La composición fue inspirada por la historia de amor, o desamor, de Violeta Parra. Violeta se enamoró, cuando tenía 43 años, de un joven 18 años menor que ella.[1] Un amor malhadado y mal visto por una sociedad convencional e intolerante.

Con el objetivo de confrontar uno de los problemas más serios en nuestra sociedad, Imaginario Colectivo[2]  adopta y adapta la canción con gran sensibilidad. En sus palabras:

Con el compromiso de construir, desde las artes, una realidad más respetuosa, igualitaria y justa para todas, todos y todxs. "Cardo o Ceniza" es un paso más dado por IMAGINARIO COLECTIVO en este sentido; esta vez de la mano de muchos cuerpos y corazones que han decidido sumarse a este increíble proyecto.

Cardo o ceniza es musical y visualmente de una riqueza extraordinaria.

La interpretación de Merian es, simplemente, un deleite. Su voz, más que cantar, acaricia la poesía de Chabuca Granda. Una poesía gráfica que, acompañada de la cadencia sensual del landó, invita al amor.

Los actores aceptan la invitación convirtiéndose en la materialización de esa sensualidad. No obstante, nos dejan ver a través de sus miradas que hay una fuerza intimidante. Esa frase, “… tanto amor y avergonzada…” es real y duele. Duele porque nos enfrenta a una verdad lacerante, esa que estipula que algunos seres humanos no tienen derecho a realizar su amor. La sociedad decide por ellos; yo pregunto, ¿con qué derecho?

Un manejo de cámara y luz extraordinarios envuelven a las parejas en penumbra enfatizando la idea: la media luz que invita al amor y que también oculta.

Cardo o ceniza, el video, es noble. Es, moralmente hablando, bello en su diversidad. Amores diversos son amores y punto.

Acá se los dejo, ¡disfruten!






Un poco de historia.

Junio es el mes del Orgullo Gay; es el mes en que celebramos la diversidad sexual. La idea de esta celebración tuvo su origen a partir un evento motor. En la madrugada del 28 de junio de 1969 la Policía de Nueva York (NYPD) realizó una redada irrumpiendo violentamente en el Stonewall Inn, bar ubicado en Greenwich Village. En la época, el Stonewall, era particularmente conocido por su concurrencia gay. A pesar de leyes que prohibían establecimientos de este tipo, el bar funcionaba, mayormente sin problemas, gracias a un intercambio de favores entre la mafia y el NYPD. La batida de esa noche de junio, aunque fue una sorpresa, materializó la intolerancia oficial manifiesta en las leyes de la ciudad que castigaban cualquier expresión de identidad sexual que no fuese la heterosexual; para que se hagan una idea, estaba incluso prohibido servir licor a cualquier persona o grupo, presuntamente homosexual, pues se consideraba que una simple reunión entre gays alteraba el orden público.[3]

El allanamiento del Stonewall en el ’69 fue la proverbial gota que rebalsó el vaso y lo que comenzó como una batida terminó con violentos disturbios; una rebelión contra la intolerancia y la represión a la que se sometía a la comunidad LGTB+.  Nueva York no era diferente a ninguna otra ciudad estadounidense; es más, me atrevería a afirmar que no era diferente a muchísimas ciudades alrededor del mundo. 

Las razones de la comunidad LGTB+ para buscar refugio en lugares como el Stonewall Inn son evidentes. Todos y cada uno de nosotros necesita un lugar en el que puede relajarse sintiéndose a gusto con plena libertad y sin miedo a ser juzgado. Para la comunidad gay eso ha sido y es, incluso hoy en día, extremadamente difícil. El derecho a ser sin complicaciones ni tapujos es todavía un anhelo inalcanzable para muchos.

La batalla ha sido y sigue siendo dura. Aunque hay algunos lugares en los que la represión de homosexual, transexuales e intersexuales es miserable y violenta, en muchos otros la aceptación de la diversidad de género ha progresado y en casi todo el mundo, lo que comenzó como violentos disturbios ha ido evolucionando y se ha convertido en las marchas del Orgullo Gay que celebran la diversidad. La contribución de grupos defensores de la diversidad de género y las  manifestaciones artísticas, como Cardo o ceniza, ayudan a reconocer que la diversidad no atenta contra los valores morales de la sociedad o los de su núcleo base, la familia. Muy por el contrario, los nutren. 

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[1] Memoria chilena (Biblioteca Nacional de Chile) (2016) “Amor”:  http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-98197.html (Recuperado el 1ro de julio, 2017)

[2] IMAGINARIO COLECTIVO es una compañía artística multidisciplinaria e independiente, dedicada a la gestión cultural de proyectos innovadores, interdisciplinarios y de investigación. A través del riesgo, la pasión y la calidad de sus propuestas, busca incidir en la transformación de nuestra realidad social – política y cultural mediante el contacto con el público y el medio artístico. En un país tan diverso como el nuestro, el encuentro y unificación entre las distintas manifestaciones del arte es necesario, en realidad es vital para transformar e incidir en nuestra realidad. Imaginario Colectivo asume el reto de convertirse en la voz de una generación, heredera de viejos conflictos esgrimiendo múltiples y nuevas herramientas para cuestionar y generar un llamado a la acción.
Contactos: Dusan Fung: 945368196 / Paolo Teevin : 950672286 / info.imaginariocolectivo@gmail.com

[3] History (2010) “The Stonewall Riot”: http://www.history.com/this-day-in-history/the-stonewall-riot (Recuperado el 1ro de julio, 2017)




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