miércoles, 15 de septiembre de 2021

Si te gusta el olor a libro nuevo, este post es para ti

Para todos los que nos acompañaron en la presentación de Bocadillos de Arte el jueves 9 de Setiembre y se mostraron interesados en adquirir el libro, aquí les pasamos la información.


Por el momento la librería LIBUN, tiene el libro físico a la venta. Se debe solicitar por correo o por WhatsApp y el libro llega por delivery o se recoge en tienda: Av. Petit Thouars Nº 4799 , Miraflores. Pueden hacer sus pedidos vía WhatsApp 948 471 685 o vía correo escribiendo a upc_sanmiguel@libun.edu.pe. El contacto es Ema Valdez.


El libro también podrá encargarse a Crisol, Ibero etc. próximamente.




Con relación a la opción en pdf:
Digital: descarga - PDF

Editorial UPC: https://libreriaeditorial.upc.edu.pe/library/publication/bocadillos-de-arte-1629333369 Perú Ebook Store: https://www.peruebooks.com/ebook/0548535 Vitalsource: https://www.vitalsource.com/pe/products/bocadillos-de-arte-elizabeth-cardenas-arroyo-v9786123183417 Amazon: https://www.amazon.com/gp/product/B09DYHVXFX/ref=as_li_tl?ie=UTF8&creativeASIN=B09DYHVXFX&linkCode=as2
Apple Books: https://books.apple.com/us/book/id1583536624
Barnes and Noble: https://www.barnesandnoble.com/w/bocadillos-de-arte-elizabeth-c-rdenas-arroyo/1140115415;jsessionid=C2EA035BF1AC40BA6833220DAF50A30A.prodny_store02-atgap15?ean=9786123183417
Casa del Libro: https://www.casadellibro.com/libros?q=9786123183417 
24 Symbols: https://www.24symbols.com/book/espanol/elizabeth-cardenas-arroyo/bocadillos-de-arte---alimentando-el-alma-la-mente-y-los-sentidos?id=3955503 
Scribd: https://es.scribd.com/search?content_type=tops&page=1&query=9786123183417&content_types=tops,books&language=4 

Con mucha ilusión de escuchar sus comentarios.
Liz, Liliana, Marisa y Cristina.

domingo, 5 de septiembre de 2021

¡Nos volvimos libro!

Un proyecto que empezó en mayo de 2017, y fue creciendo lentamente - cocinándose, diríamos - cambió de formato.

Los textos incluidos en este blog, corregidos y aumentados, así como algunos otros de yapa son parte de nuestro libro Bocadillos de Arte.

La presentación será este jueves 09 de setiembre a las 16:00 (hora de Lima), vía Zoom. Si están interesados en inscribirse, pueden hacerlo por este enlace.

¡Nos vemos pronto!



sábado, 27 de marzo de 2021

Las mujeres de mi vida

Verla es impresionante. Surge triunfante desde lo alto, y ya sea que se llegue desde arriba o desde abajo de la escalera Daru, su presencia no deja de afectar a los que pasan por ese hall del inmenso museo del Louvre.

Escalera Daru, con la Victoria de Samotracia (c. 200-190 ca. C.), mármol, 244 cm, Musée du Louvre, París

No sé si esta formidable Victoria de Samotracia es una de las grandes mujeres de mi vida, pero sí que representa la idea que tengo de ellas. Es una enorme representación de 2,44 metros de alto, esculpida en mármol entre el 200 y el 190 a. C. En la actualidad se ve especialmente dramática, en mi opinión, por la falta de cabeza. Una de las alas, la derecha, se perdió, y fue reemplazada por otra que se esculpió copiando el ala izquierda.

Es una imagen intensa, que nos habla de triunfo, y también de libertad, energía, posibilidades. La Victoria de Samotracia está a punto de dar un salto enorme, infinito, hacia un firmamento que solo podemos imaginar. 

Creo que ese era el espíritu que me rodeaba cuando la conocí, a los nueve años de edad. Viajaba con mis papás y mi hermano, mochileando y saltando de tren en tren, visitando museos icónicos y obras de arte cuyo significado aún no estaba preparada para entender. 

Y ese es, precisamente, el espíritu que rodea a las tres mujeres que marcaron y marcan mi vida: mi madre y mis dos abuelas. Mujeres intrépidas, cada una a su manera. Curiosas, amorosas y grandes lectoras. Cada una me presentó autores y mundos, cada una me abrió puertas para la creatividad. El orgullo de cada una es parte de mis cimientos.

Pero regresemos a esta Victoria intrépida y llena de energía. 

Cerca de 2000 años después de su creación y poco tiempo después de la Revolución francesa, Eugène Delacroix (1798-1863)  pintaría La Libertad guiando al pueblo. 

Eugène Delacroix, La Libertad guiando al pueblo (1830), óleo sobre lienzo, 260 x 325 cm. Musée du Louvre, París 

El pintor parece tomar prestada la energía de la Victoria de Samotracia, traduciendo a la Libertad como un ideal ambivalente, en el que esa misma energía puede carecer de empatía, hasta llegar casi a una cruel indiferencia. La Libertad triunfa, parece decirnos Delacroix, pero a un precio muy alto. No es una mujer con la que me identifico, aunque sí reconozco momentos en los que las mujeres tenemos que abandonar la ternura y ponernos firmes, dignas, y siempre enérgicas.

Y llegamos a una siguiente versión, Formas únicas de continuidad en el espacio, escultura en bronce de Umberto Boccioni, (1882-1916 ) de 1913. Como en los años posteriores a la Revolución francesa, la atmósfera política y cultural estaba cargada de incertidumbre, en contraste con el optimismo que había traído la modernidad. En medio de esta dicotomía se ubicaban los futuristas. Su líder, Filippo Tommaso Marinetti, ya había anunciado, en su Manifiesto futurista (1909), que “un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga, es más bello que la Victoria de Samotracia”. Y, sin embargo, no dejo de verla en la escultura de Boccioni. La pierna flexionada, la espalda que parece estar a la espera de unas alas, el movimiento del cuerpo a modo de túnica, la energía potente, nos remontan a esa primera escultura helenística.

No obstante, como en la versión de Delacroix, aquí también parece haber un problema. La energía de los futuristas se ve frenada por el conservadurismo, por una sociedad italiana aferrada a su historia, y Boccioni denuncia esta sensación a través de los pesados pedestales en los pies. Nuestro personaje quiere volar, tiene toda la energía y la capacidad para hacerlo, pero no puede. Está anclado al suelo.

¿Cuántas veces las mujeres nos hemos sentido identificadas con esta idea? Ninguna de mis abuelas fue a la universidad. Ambas se quedaron en casa, cocinando maravillas para maridos e hijos, buscando crearse un mundo dentro de las limitaciones del momento. Mi madre, miembro ilustre de la generación que renunció a los pedestales pesados, iba a la universidad atravesando media ciudad, aunque hubiera marchas subversivas en su camino.

Umberto Boccioni, Formas únicas de continuidad en el espacio (1930), bronce, 111,4 cm, Tate Modern, Londres

Esta energía es clave, como lo son esta osadía y esta voluntad de abrirse paso y romper pesados bloques. La Victoria y sus interpretaciones nos lo muestran, desde diferentes ángulos acaso complementarios. Del amor y la ternura de las mujeres de mi vida hablaré en otro momento. Pero no me cabe duda de que, una vez que estas tres imágenes emprendieron el vuelo triunfante, aterrizaron, se acurrucaron, hicieron una buena taza de café con leche y repartieron amor a todo su rededor. 


Referencias:

Marinetti, F. T. (1909). Manifiesto futurista. Le Figaro. Francia.
Musée du Louvre. (2020). Official Website. Recuperado de www.louvre.fr


Escrito en junio de 2020.

domingo, 23 de diciembre de 2018

El Sino Migratorio

Migraciones es el tema del que debimos hablar en Octubre. Marissa ya nos deleitó con una estupenda entrega sobre El Vagón de Tercera Clase(1862), un cuadro magnífico del pintor realista Honoré Daumier (1808-1879). Liz eligió hablar de un personaje muy querido para los niños británicos,  Paddington Bear, who came from darkest Peru.Yo, un poco tarde, he escogido un artista en particular para convocar lo que para mí significa migrar. 

Por distintas razones el tema de la migración es uno que nos afecta directamente. En algún momento de nuestras vidas las cuatro hemos migrado y luego tomado decisiones trascendentes respecto a qué hacer después. En mi caso yo partí a Nueva York y a Londres a estudiar y estuve ahí largos años. La decisión de volver fue trascendente pues podría haber elegido no hacerlo y quedarme en Nueva York, pero mi vida hubiera sido otra y no tendría las hijas maravillosas que tengo. 

Cuando surgió el tema, lo primero que vino a mi mente fue hablar de uno de los artistas más polémicos y talentosos que ha tenido la historia, Michelangelo da Merisi da Caravaggio (1571-1610). Originario de la Lombardía, toma como nombre artístico el de su lugar de nacimiento. 
Elogiado por su talento  y facilidad para pintar, desde que llega a Roma, su temperamento violento e irascible le ocasiona muchos problemas con la justicia. Su contemporáneo , el pintor y biógrafo Giovanni Baglioni (1566-1643) lo llama fantástico e bestiale. En una época en la que la iglesia  busca captar nuevamente a los fieles que han seguido la reforma de Lutero, a través de la Contrarreforma Católica, Caravaggio, convoca de manera insólita y única ese mensaje de propaganda de fe que la iglesia necesita. 

Su manera de decir la verdad y luego de buscar la redención quedan gráficamente expresadas fundamentalmente en dos cuadros: La Incredulidad de Santo Tomás (1601-1602), pintado en el apogeo de su éxito en Roma, y David Con la Cabeza de Goliat, (1610) pintado el mismo año de su prematura muerte a los treintaiocho años.  En 1606, en una reyerta callejera Caravaggio mata a un hombre y tiene que salir huyendo de Roma. Su talento hará que lo reciban nobles y familias poderosas, en Nápoles, Malta, Sicilia, pero su único anhelo a lo largo de esos cuatro años es regresar a Roma. 


La Incredulidad de Santo Tomás (1601-1602)
Óleo sobre Lienzo
Sanssouci, Postdam
107 cms x 146 cms.


David Con la Cabeza de Goliat. (1610)
Oleo sobre Lienzo
Galleria Borghese, Roma
125 cms. x 101 cms. 


Se siente un exiliado. Caravaggio se autorretrata como Goliat, no como el vencedor sino como el que ha perdido y de alguna manera a través de ese rol de ser el de la cabeza degollada, busca pedir perdón de la única manera como ha sabido hacerlo siempre: pintando. 
Caravaggio migra en busca de fortuna a Roma y luego huye de ahí porque hay un precio sobre su cabeza. Y ese migrar sin querer hacerlo, obligado por las circunstancias, es el que lo convierte en  lo que es, un pintor con un talento insospechado, que nunca hace un boceto y que si bien busca salir de su pueblo natal en la Lombardía, para luego ir a hacer un aprendizaje en Milán, al llegar a Roma, la ciudad donde podría conseguir encargos importantes y cambiar de vida, se ve obligado a huir de ahí ante la pena de muerte que lo persigue. 

Ese migrar por la necesidad, que se ha convertido en un tema que nos afecta particularmente,
y que es un lugar común en el mundo actual: venezolanos que escapan de Venezuela porque no tienen que comer, sirios que huyen en condiciones terribles para aspirar a una vida mejor, me lleva a hablar del tema de fondo de esta entrega, el pintor ruso y judío, Marc Chagall (1887-1985). 
Nacido en el pueblo de Vitebsk, hoy Belorusia, de una familia judía de Hasidik, para la que la representación de  imágenes está prohibida, tiene que vencer muchas barreras para ser pintor.  Su padre trabajaba en un depósito de arenques, tema que al igual que muchos otros recuerdos de su pueblo natal lo marcará para siempre.  Chagall migra a San Petesburgo para estudiar pintura en condiciones económicas muy frugales. Gracias al apoyo de un admirador suyo miembro de la DUMA Estatal en la Rusia zarista, logra migrar a París donde atraviesa también la miseria. No sería hasta 1914 en que obtendría reconocimiento con una exposición suya en Berlín.  Su regreso a Rusia debido a la Primera Guerra Mundial es duro y difícil, su pintura realista, evocando memorias de su infancia es rechazada por los artistas como Kazimir Malevich (1879-1935) que buscan el camino de la abstracción. En estas circunstancias difíciles  se da  la revolución bolchevique en 1917 que eventualmente también lo obligará a dejar su Rusia natal.

Chagall vuelve a migrar, esta vez  a Berlín con su esposa Bella Ronsenfeld, también de su pueblo, para luego instalarse en París en los años 20. Durante la Segunda Guerra Mundial las circunstancias lo obligan a huir de la Gestapo. Alfred H. Barr, director del MOMA, lo ayuda a  conseguir asilo político y llega a Nueva York en 1941 huyendo de la persecución Nazi. Nunca se siente a gusto en la ciudad. Ha elegido París como su nueva casa, ha aprendido francés y anhela volver, pero la guerra lo retiene en EE. UU. Ese caso aislado de Chagall, no es más un ejemplo de las pocas  personas que tuvieron la fortuna de poder  escapar de la persecución Nazi. A muchos millones les tocó un destino más duro y fueron muy pocos los sobrevivientes de los terribles campos de concentración creados por Hitler.

La historia se repite y la gente hoy huye por hambre, por violencia, por falta de oportunidades. 
Chagall deja un mensaje muy claro en toda su pintura. 
La vaca, que aparece recurrentemente, le da seguridad al pueblo.
El gallo representa la fertilidad y muchas veces aparece frente a los novios.
El violinista juega un rol vital en  Vitebsk. El violín se toca en los momentos trascendentes de la vida: cuando se nace, en los Bar Mitzvah, en las bodas y en la muerte.
Los arenques evocan a su padre y la labor que hacía.
El candelabro de 9 velas es la celebración de la fiesta judía de Hanukkah  y así seguirá pintando  muchísimos otros recuerdos de su pueblo  y su religión. 


La Mariée (1950)
Gouache, Pastel.
Colección Privada. Japón.
68 cms x 58 cms.



Yo y el  Pueblo (1911).
Oleo sobre Lienzo.
MOMA, Nueva York.
1.92 mts x 1.51 mts. 

La migración, entonces, no es siempre  un acto voluntario sino uno de necesidad, como en el caso de Chagall y de miles de otros judíos que lograron escapar de la implacable y vergonzosa persecución Nazi. Hoy día es una búsqueda de una vida mejor y de oportunidades que se han perdido. El cantautor catalán Joan Manuel Serrat lo convoca muy bien en su canción Mediterráneo, compuesta en 1971 y reinterpretada por él y un grupo de artistas catalanes en el 2016 a modo de protesta por el trato a los refugiados sirios que llegan a Grecia y otros lugares con la esperanza de una vida mejor.

Ojalá esta se dé para todos aquellos que se ven forzados a huir y elegir una nueva patria. La pintura de Chagall es un claro ejemplo de un sobreviviente que nunca deja de padecer nostalgia por la vida que dejó atrás y por los recuerdos que lo marcan para siempre. La idea que subyace es la necesidad del hombre de encontrar un sentido de pertenencia, de arraigo, en algún lugar.


REFERENCIAS
FRAZIER, Nancy. The Penguin Concise Dictionary of Art History. New York: Penguin Books, 2001.

GRAHAM-DIXON, Andrew. Caravaggio: A Life Sacred and Profane. New York: W.W. Norton & Company.

HUGHES, Robert. Nothing if Not Critical. New York: Penguin Books, 1990.








jueves, 13 de diciembre de 2018

¿Migrar o no migrar?

El tema de octubre era Migraciones. En la altura no lo tenía muy claro, no encontraba aquello que quería expresar. Marissa nos contó su experiencia y nos deleitó con El Vagón de Tercera, de Daumier.

Finalmente, un poco tarde la verdad, encontré exactamente lo que buscaba. Buscaba otra cosa, pues habíamos quedado en algo diferente para diciembre, pero ya que lo encontré, vamos a esto.

He escogido un grafiti erróneamente atribuido a Banksy, pero de todas formas adecuado al tema: Paddington Bear - Migration is Not a Crime, por Flo Lipin.


Flo Lipin, Paddington Bear - Migration is Not a Crime.  2004 (Aprox.)

El grafiti está hecho con un stencil con una imagen de Paddington y una frase tremendamente sencilla pero potente. Paddington es un osito adorado de los ingleses, es en su creación, un oso que llega desde la selva del Perú enviado por su abuela osa, para que tenga una mejor vida en Londres. No sabe mucho de las costumbres del lugar pero es proactivo y se esfuerza por ayudar a quien le abre sus puertas. Todo lo que lleva consigo es un casacón y una maleta con miel y recuerdos. No es un crimen querer algo mejor, buscar oportunidades lejos de casa. Que sea un grafiti, lo hace más potente todavía, pues como arte de la calle, le pertenece a todos, y sobre todo, a todos los que migran.

La situación actual en el Perú, con muchos inmigrantes llegando por diferentes motivos, me hace pensar mucho en la frase que acompaña al inocente Paddington. Adecuarse a una cultura diferente, a comidas diferentes, a personas diferentes; y al mismo tiempo, buscar como sobrevivir, no es fácil. Estás lejos de los tuyos, de tus cosas, de lo que conoces. Sea que se viaje por estudios, por amor, por huir de una guerra, por huir de una crisis económica, porque tu vida peligra, siempre requerirá que se hagan sacrificios.

También sé lo difícil que es ser inmigrante. Como bien lo dijo Marissa, la legalidad o la seguridad económica, lo hacen un poco más llevadero, pero nunca fácil. En mi caso, decidí irme a estudiar fuera del Perú después de graduarme, en vista de las pocas posibilidades que veía para mí. Gracias al destino (y al trabajo de mis padres), el dinero no era problema en ese momento. Partí para la bella Barcelona sin conocer a nadie allá, sin haber vivido nunca fuera de mi casa y mucho menos sola. Me recibieron parientes lejanos con los que no compartí mucho y que no hicieron mis primeros días más fáciles o más felices. Fueron más bien los amigos rápidamente hechos en el curso, los que me ayudaron y me hicieron sentir en casa. Nos unía el hecho de ser todos extranjeros en esta ciudad. Sabían por lo que yo estaba pasando; ya o habían pasado ellos. Luego, cuando conocí a mi esposo, me mudé de nuevo, Portugal, su país, y a pesar de ir con él, tampoco fue fácil. Pasaron muchos años para que me dejara de sentir extranjera, para que me dejaran de tratar como extranjera. En algún momento, mi esposo y yo nos planteamos una nueva migración... ¿Londres? ¿Delft? Finalmente nos mudamos al Perú, con mi esposo y mis hijos, y me sentí tan fuera de lugar durante un tiempo. Los años fuera te dan un perspectiva diferente. Muchos no tienen las seguridades que yo tuve.

En esa perspectiva, sintamos empatía y seamos solidarios siempre que sea posible.



Referencias
Bolar, Ashwin. They Took Our Marmalade: A Crime of Parody. In: https://shop.thtc.co.uk/blogs/news/they-took-our-marmalade-a-crime-of-parody
Houston, Bill. Migration is not a Crime. In: http://thewilddetectives.com/bill/articles/community/migration-is-not-a-crime/

sábado, 13 de octubre de 2018

Migraciones, el Vagón de tercera


Bienvenidos al mes de octubre en Bocadillos de arte. En este nuevo, bueno, no tan nuevo, mes el tema es ‘migraciones’. 

El asunto me toca de cerca. Los que me conocen saben que emigré del Perú hacia Canadá hace casi 40 años. ¡Sí, toda una vida! He experimentado en carne propia lo que es dejar padres, hermanos, hermanas sobre todo, y amigos, la familia escogida. Arrancar con dos niños, casi bebés, hacia un mundo desconocido y extranjero, en todo sentido, fue difícil. Otro entorno, otro idioma, otra cultura, otro clima; en fin, otro todo. En nuestro núcleo familiar, el que estaría en ‘su casa’ en esta aventura sería mi marido; él regresaba a lo suyo: Montreal, su ciudad preferida en el mundo, sus amigos de la universidad y un trabajo seguro.

Emigrar es duro, incluso en la mejor de las circunstancias y con todos los privilegios que presuponen seguridad material, legalidad de status y un grupo de amigos, que, aunque fuese prestadito (de mi marido), ahí estaba. Si no hubiese sido por ellos, y su generosidad sorprendente para con mis hijos y conmigo, creo que mi salud mental hubiera sufrido. El dolor por la carencia de los seres queridos intenso al comienzo se fue aminorando poco a poco gracias al paso del tiempo y a grandes y estrechas amistades.

Ese fue mi caso, pero, definitivamente, no es el de todos. 

Mayormente, la gente deja su tierra porque no tiene nada perder. Como bien lo expresa Emma Lazarus, en el verso de su poema (1883) inscrito en la Estatua de la Libertad, son  las masas cansadas, pobres y hacinadas y los desamparados los que buscan nuevos horizontes y una lámpara junto a la puerta que les de la bienvenida.  (en Braithwaite)

Podemos percibir que ese es el caso, también, de los ocupantes del Vagón de tercera que retrata Honoré Daumier (Francia, 1808 – 1879); un grupo de migrantes con poco, o nada, que perder y sin esperanzas:


                                                   Honoré Daumier, Vagón de tercera clase (c. 1862), 65 x 90 cm., óleo sobre lienzo. MET, New York                                                                Recuperado de https://www.wga.hu/index1.html, octubre 2, 2018.


La pieza, aparentemente inacabada, fue comisión del señor William Thomas Walters, un rico industrial estadounidense, que decidió dejar los EEUU para evitarse los estragos del la Guerra Civil. En Francia, Walters, un inmigrante privilegiado, no encarga la obra debido a su interés social; lo más probable es que lo haya hecho debido a su fascinación por el ferrocarril y sus posibilidades. 

En efecto, Vagón de tercera es parte una serie de tres obras sobre el nuevo método de transporte; las piezas correspondientes son: el Vagón de segunda clase  y el Vagón de primera clase (1864). Estos dos vagones no están entre los ejemplos de la pintura de denuncia social realizados por Daumier. Evidentemente, los personajes de una u otra no se prestan para una composicion de protesta. 

¡Los del vagon de tercera sí!

En el Vagón de tercera, el grupo adelante, compuesto por dos mujeres y dos niños, representa las tres edades, el ciclo de la vida. Su semblante no es desesperado, aunque tienen miradas cansadas y ojos vacíos, sin futuro. La imagen resulta impactante, quizás debido al contraste entre los personajes del primer plano, tan bien modelados – esculturales en realidad – frente a un grupo humano indefinido – esbozado y numeroso en los planos medio y del fondo. A esto se agrega la atmófera marcada por un clima pesimista y opresivo debido al colorido opaco, ocre oscuro, y la tenue iluminación. A pesar de las dos ventanas a la izquierda, la impresión general es la de un espacio cerrado, abarrotado, sin aire suficiente, en fin, un lugar abrumador.

El reflejo de la dolorosa realidad se concentra en la imagen de anciana; su rostro expresa fatiga moral y física y desesperanza. Ella es vieja y sabe… La mudanza, en realidad, no representa un cambio sustancial ni para ella ni para nadie; todos seguirán siendo explotados, maltratados y marginados, sólo que en un lugar diferente. A través de su figura, Daumier, confronta al observador a una época y circunstancias que obligan a muchos a desplazarse dejándolo todo. En el caso de los personajes del vagón de tercera, probablemente se trate de campesinos obligados a abandonar su vida en el campo debido a cambios significativos en los procesos agricolas, provocados por la revolución industrial del siglo XIX, en Europa. En efecto, el impacto no solamente se dio en la agricultura sino también en la producción industrial y el transporte.

Hoy en día, los hechos que impulsan las migraciones humanas son diferentes pero la dureza de la realidad que les espera no será muy diferente. Lo que es inexplicable es que los gobiernos y pobladores no acojan a estos migrantes obligados a dejar su tierra, con todo lo que esto último implica. ¿Es posible abstraerse a las demandas emocionales de imágenes como la de Daumier? Y si la proyectamos a la realidad, ¿se puede dar la espalda a seres humanos en evidente necesidad de ser amparados? ¡Sí, claro, fácil! Lo único que se necesita es deshumanizarlos.





sábado, 22 de septiembre de 2018

La Atmósfera a través del Tiempo

Amósfera, un tema cuya reflexión ha ido cobrando una forma especial en mi mente mientras, por circunstancias cotidianas ajenas a mí, no encontraba el tiempo para darle forma. Finalmente, con un poco de retraso, trato de, desde otro ángulo, escribir algo que es más bien producto de cómo el concepto de atmósfera para mí, ha ido cambiando a lo largo del tiempo desde la perspectiva concreta de la pintura. 

Marissa hizo una estupenda asociación con la arquitectura de Frank Lloyd Wright. Y es que, efectivamente el tema da para mucho. Cristina la hizo partiendo del Impresionismo y Liz habló de una instalación en particular de la escultora portuguesa Joana Vasconcelos. 

Yo he divagado acerca de cómo abordar el tema y finalmente decidí que la mejor manera de hacerlo era en orden cronólogico para poder apreciar como nuestra percepción del arte va cambiando y adecuándose al tiempo. 

Uno de los cuadros más intrigantes y  para mí formidables de todos los tiempos es 
The Arnolfini Portrait (1434) del pintor flamenco Jan Van Eyck (c.1380/90-1441), hoy en la National Gallery de Londres.

82cms x 60cms
National Gallery, Londres.


El crítico austriaco Erwin Panofsky sostiene que la vista de Van Eyck era simultáneamente un microscopio y un telescopio y desde luego hay razones para pensar que fue así. El pintor, escultor, arquitecto y biógrafo del Renacimiento, Giorgio Vasari (1511-1574), cuyas Vite, a pesar de su capacidad inventiva  a falta de datos concretos , les atribuye a Jan Van Eyck y a su hermano Hubert, la invención del óleo. Si bien ahora se sabe que no fueron ellos quienes lo inventaron si es un hecho que son los flamencos los que lo popularizan. La capacidad que da el uso de este material de secado lento, a diferencia del temple,  permite que, en su cuadro más emblemático,  Jan Van Eyck haga uso de la la pintura por veladuras. Es decir el óleo facilita la creación de una perspectiva donde se percibe la amósfera hasta el más mínimo detalle.  Van Eyck nos muestra el interior de una casa de clase alta en Brujas, en cuya habitación principal se está celebrando una unión nupcial. Giovanna Cenami, la novia, lleva un vestido verde, color de la fertilidad, la cama tiene un cobertor rojo, color de la pasión y cada detalle del cuadro nos hace reflexionar acerca de algo específico. La vela encendida  es un símbolo de la unión que se está celebrando; la lámpara es de bronce, porque la minuciosidad con la que Van Eyck maneja el pincel y el óleo dejan en evidencia que se trata de ese material. Lo más impactante en el cuadro es el espejo, un cuadro dentro de otro cuadro. Se trata de un espejo convexo, rodeado de diez escenas del via crucis y en el que vemos reflejados al propio novio, Giovanni Arnolfini, a Giovanna Cenami y al sacerdote e incluso al propio pintor que actúa como testigo de la boda. El oleo y la mano diestra de Van Eyck, le han permitido crear una atmósfera única que trascendería todos los tiempos y convertiría a su retrato en uno de los más enigmáticos de la historia de la pintura. 

La otra pintura que yo relaciono al tema es La Tempestad (c.1506-1508) del pintor veneciano Giorgio Barbarelli da Castelfranco (1477-1510), conocido como Giorgione.

https://tuitearte.es/2012/12/11/giorgione-renacimiento-la-tempestad/
             Galleria dell’ Academia. Venecia. 83cmsx 73cms.

La Escuela Veneciana, se gesta en la poderosa y Serenissima Repubblica de Venecia, para popularizarse, fundamentalmente a través de Tiziano (c. 1477/1490-1476) uno de los pintores cuya fama y talento trascendería fronteras por lo que  pintaría para las casas reales más importantes de Europa, desde la corte del Emperador Carlos V,  y posteriormente su hijo el rey de España Felipe II, hasta la casa D´Este en Ferrara, la corte de los Gonzaga en Mantua, la propia República Veneciana, el papado. 

La peculiaridad y novedad de esta escuela, en un período como el Renaciminto, en que, de acuerdo a la teoría y categorías de la pintura del historiador suizo Heinrich Wölfflin (1864-1945) el dibujo era más importante que el color, es que en Venecia   ocurre todo lo contrario y predomina il colore vs disegno. Para los venecianos el color es mucho más importante que el diseño y eso hace que desarrollen una teoría propia del color y el predominio de las tonalidades tierra, burdeos, café, chocolate. Son precisamente esas tonalidades las que le permiten a Giorgione, pintar por primera vez un fenómeno atmosférico en La Tempestad. En uno de los cuadros más misteriosos del Renacimiento, cuyo título fue cambiando para finalmente acuñarse el de La Tempestad. Giorgione, haciendo uso de los colores tierra y gracias a la versatilidad del óleo representa una tormenta, en la que se distingue claramente un relámpago en el paisaje del fondo y en el que crea una atomsfera en la que el espectador siente la angustia que produce el fenómeno natural. 

Formado en el taller de Jacopo Bellini (1396-1470) padre de dos grandes pintores, Gentile (1429-1507) y Giovanni (1430-1516) y suegro del pintor que es la figura más trascendente de la corte de los Gonzaga en Mantua en el Quattrocento, Andrea Mantegna  (1431-1506), Giorgione, muerto a temprana edad en una de las tantas epidemias de la peste que azotan a Venecia, dejaría un legado de cinco cuadros que con certeza se atribuyen a él y otros más que probablemente su amigo y colega Tiziano se encargaría de terminar. 

Finalmente, y dejando atrás el Renacimiento, otro artista que capta la atomsfera a través de su recreación de la velocidad es el pintor romántico ingles Joseph  Mallord Turner (1775-1851). En una era en que los sentimientos prevalecen sobre la razón, y en que la música, la literatura y el arte se ven afectados por la trascendencia del Romanticismo, Turner se vuelca a su mundo interior  y logra  plasmar las emociones más profundas a través del paisaje. Concretamente en su pintura Lluvia, Vapor y Velocidad, Rain, Steam and Speed-The Great Western Railway (c.1844). El crítico de arte más popular de la era Victoriana,  John Ruskin (1819-1900), amigo personal de Turner, le propone tartar de captar la velocidad de la luz, que en este caso no es otra cosa que la atmósfera. Turner hace un viaje en el Great Western Railway, y concretamente pinta el Puente Maidenhead que atraviesa el río Támesis. Lo que Turner intenta, aparentemente sacando su cabeza por la ventana es captar la atomsfera, la lluvia, el vapor y la velocidad de la luz, en una era en la que la Revolución Industrial está transformando el mundo y anunciando la Modernidad de la tecnología.  De esta manera el paisaje es también capaz de representar el estado anímico y recrear una atmósfera que precedería al Impresionismo. 

Durante la Guerra Franco-Prusiana, Claude Monet (1840-1926), el lider del impresionismo, de pintar sin emoción y al aire libre y su amigo Camile Pissarro (1830-1910) se irían  a Londres y ambos pintarían muchos cuadros al aire libre inspirados en la pintura de Turner y su contemporáneo John Constable (1776-1837).

De esta manera, cada forma que tiene un artista de recrear la atmósfera enriquece la que tendrán otros. 




https://www.art.co.uk/products/p10032203-sa-i846005/j-m-w-turner-rain-steam-and-speed.htm
National Gallery, Londres (91cms x 1.22mts)

Referencias: 
Gibson, Clare. The Hidden Life of Art. Nueva York: Barnes & Noble, 2006.
Gombrich, E.H. The Story of Art. Londres: Phaidon




lunes, 3 de septiembre de 2018

Coração Independente, arte y música envolvente

Para el tema de agosto, Atmósfera, lo primero que vino a mi mente, fue la instalación de la que voy a hablar. Una atmósfera es envolvente, y desde el punto de vista artístico y arquitectónico, debería ser capaz de hacer cautivar al usuario a través de diferentes sensaciones.

La instalación final de Coração Independente, de Joana Vasconcelos, incluye 3 corazones gigantes hechos de cubiertos de plástico, iluminados puntualmente en un ambiente completamente oscurecido por telas negras, mientras suena de fondo Amália Rodrigues cantando "Estranha Forma de Vida", un Fado nostálgico.


Fotografía de David Rato, 2011. Colección Museo Berardo.

Coração Independente Dourado, 2004
Coração Independente Vermelho, 2005
Coração Independente Preto, 2006

Los 3 corazones están hechos de cubiertos de plástico transparente colorido, hierro pintado, cadena de metal, motor y fuente de poder, y la instalación de sonido: Amália Rodrigues: Estranha Forma de Vida (Alfredo Rodrigo Duarte/Amália Rodrigues), Maldição (Joaquim Campos da Silva/Armando Vieira Pinto), Gaivota (Alain Oulman/Alexandre O'Neill). Cada corazón se expuso por separado, para finalmente exponerse en conjunto.

Los corazones representan una versión enorme de un corazón de Viana, una pieza icónica de la filigrana portuguesa, construida con las cucharas de plástico. El Fado es la música por excelencia de Portugal, y de un tiempo acá, también declarado patrimonio intangible de la humanidad. Estas piezas buscan representar un sentimiento nacionalista de identidad, a partir del corazón de Viana y el uso del Fado como fondo de la instalación. 

Pero todos estos elementos juntos –y el uso de los materiales: las cucharas de plástico, un motor, una grabación–  también quieren ser una mirada a lo popular, lo pop, lo inmediato y reconocible por la gente.

Corazón independiente, el nombre, sale de un verso de la canción inicial, que según la misma Joana Vasconcelos, evoca el conflicto entre la emoción y la razón. Pero al hacer las piezas con los cubiertos, convierte algo banal y popular en obra de arte y le otorga una representatividad que antes no tenía.



Joana Vasconcelos.
Coração Independente Dourado, 2004. Coração Independente Vermelho, 2005. Coração Independente Preto, 2006.
Film by Cláudia Varejão


Cuando visité la instalación, una mezcla de asombro y curiosidad me acompañaba. Observar el detalle de los cubiertos deformados y convertidos en una pieza de lujo. La sensación de la música a nuestro alrededor. La grandiosidad de las piezas. En medio de todo, la atmósfera... Joana Vasconcelos consiguió de cierto modo, acercar a las masas al arte, a partir de su propia cultura.

Y finalmente, la atmósfera de toda la instalación, consigue conmover y emocionar a su espectador y usuario.


Referencias:
Corações, website de la artista Joana Vasconcelos. http://joanavasconcelos.com/obras.aspx?s=CORA%C7%D5ES
Sem Rede, Joana Vasconcelos. Exhibición temporal en el Museo Berardo, Lisboa, Portugal. http://pt.museuberardo.pt/exposicoes/joana-vasconcelos-sem-rede
Michelsen, A y Tygstrup, F. Socioaesthetics: Ambience – Imaginary. BRILLOct 15, 2015. 240 pages https://books.google.com.pe/books?id=x6q8CgAAQBAJ&pg=PA215&lpg=PA215&dq=joana+vasconcelos+video+instalacion+coracao&source=bl&ots=ku1QSRdrz7&sig=k7iJ1cHUA65uNrVW1PDakXKxhtI&hl=es-419&sa=X&ved=2ahUKEwipsbqeoZXdAhVNwVkKHYDDDZoQ6AEwE3oECAAQAQ#v=onepage&q=joana%20vasconcelos%20video%20instalacion%20coracao&f=false

viernes, 24 de agosto de 2018

Atmósfera


Atmósfera, un tema fascinante y amplio que nos permite dar rienda suelta a la imaginación. Pero ¿cómo definir atmósfera en relación a la arquitectura? De hecho, la experiencia estética es un elemento inherente a la atmósfer, y ¿qué más? Porque no todo lo que consideramos bello tiene ese je ne sais quoi que llamamos atmósfera. ¡A buscar se ha dicho! 

La verdad, no es tan difícil porque, aunque este es un concepto relativamente nuevo en la disciplina, ya hay bastante escrito sobre el tema. 

Entre todo lo revisado, lo que encontré más preciso, como análisis y definición, y afín a mi idea sobre la cuestión, es la tesis de grado de una estudiante de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, Patricia Arizmendi García. (Arizmendi García, 2017). Arizmendi analiza el pensamiento de tres arquitectos quienes tratan específicamente el concepto de atmósfera en la arquitectura: Steven Holl, Juhani Pallasmaa y Peter Zumthor. En síntesis, Arizmendi García explica componentes clave de lo que es y como se percibe la atmósfera en arquitectura de acuerdo a sus fuentes: ‘… todos ellos parten de la percepción del espacio a través de cuerpo por medio de los sentidos.” Los tres también coinciden en que el experimentar la atmósfera en un espacio arquitectónico no es una experiencia únicamente física sino que involucra también el intelecto. Es decir, los tres consideran que el conocimiento físico a través del cuerpo es inseparable del ‘proceso intelectual’. Así, la autora hábilmente concluye:

Es  por tanto la experiencia del espacio un acto dirigido tanto al cuerpo como a la mente, que satisface por una parte los placeres de los sentidos y que enriquece, por otra, al espíritu.  Cumpliendo así la demanda dual de la experiencia humana, física y espiritual. (Arizmendi García, 2017, pp. 55-56)
Personalmente, el tema me invita a recordar mis tiempos de estudiante y el curso sobre arquitectura estadounidense que llevé mucho tiempo atrás. Asimismo, me invita a revisitar, aunque sea brevemente, una edificación espectacular, de esas que ejemplifican la idea de atmósfera en la arquitectura: Fallingwater.[1]

 Frank Lloyd Wright, Fallingwater (Edgar J. Kaufmann House), 1935-38, Bear Run, Pennsylvania (photo: Carol M. Highsmith Archive, Library of Congress #LC-DIG-highsm-04261)  (En Wiebe, 2015, https://smarthistory.org/frank-lloyd-wright-fallingwater/ [Recuperado 23/09/2018])



Fallingwater es la residencia campestre diseñada por Frank Lloyd Wright (1867-1959) en Bear Run - o Mill Run - por encargo de Edgar J. Kaufmann, un exitoso hombre de negocios de Pennsylvania. El Sr. Kaufman había adquirido previamente esta propiedad que  usaba como lugar de recreo para él, su familia y, también, sus empleados.

Valga un paréntesis para mencionar que, en esta época, a los 67 años, Wright era un arquitecto venido a menos. La crítica de renombrados arquitectos modernos, como Philip Johnson (1906-2005) y Henry-Russell Hitchcock (1903-1997), lo categorizaba como un arquitecto sin continuidad y estancando en el siglo XIX (PBS-WTTW, 2016) (Wiebe, 2015). A eso podemos agregarle el desprestigio a consecuencia de los amoríos y divorcios del arquitecto que, en una sociedad puritana como la estadounidense, eran difíciles de pasar por alto, y el declive económico en EE. UU. Simplemente dicho, la comisión de Kaufmann llegó en un momento ideal para Wright, y sin lugar a dudas él supo aprovechar la oportunidad sobrepasando todas las expectativas.

Entonces, previa propuesta del mecenas, Wright visita la propiedad en 1934. Durante esta primera visita Edgar Kaufmann deja claro cuál es el lugar preferido de la familia para levantar edificación: el pie del riachuelo, frente a la caída de agua, de tal forma que esta se pueda contemplar desde la casa (PBS-WTTW, 2016). Sin embargo, es durante esta misma visita que Lloyd Wright observa y decide: ‘Una gran roca se levanta al lado de la cascada, y parecía completamente natural suspender la casa de esa roca, sobre la cascada.” (FLW en Baborsky, 2003, s/p) [2]&[3] Como astutamente percibe el aprendiz Donald Hoppen, presente durante la visita, Lloyd Wright tiene un ‘asombroso sentido de genius loci’, (espiritu del lugar) (en Wiebe, 2015). Nunca mejor demostrado que en la casa Kaufmann..

Wright no solo tiene la habilidad para capturar el ambiente distintivo del lugar sino también para integrar la obra, completa y absolutamente, a su entorno; los dos elementos son de vital importancia para crear atmósfera. 

La importancia del contexto físico en la arquitectura de Wright es evidente desde el inicio de su carrera y a lo largo de su desarrollo como arquitecto. En efecto, Wright rechaza el estilo International, su ambigüedad y afán por levantar estructuras que encajan en cualquier lugar. Por el contrario, él desarrolla una portentosa originalidad realizando una arquitectura de avanzada. Sus diseños genuinamente locales se acoplan perfectamente al contexto físico/geográfico, apuntando a conceptos contemporáneos como límites difusos, arquitectura orgánica – como el mismo la llama –, ‘complejidad’[4] y espacios arquitectónicos que promueven el desarrollo completo del ocupante/usuario, en paz y con libertad.[5]  Todo esto es evidente en el desarrollo de las casas de la pradera, cuyo epítome se concreta, irónicamente, en una vivienda citadina, la Casa Robie. En suma, los diseños de Lloyd Wright, que no encajan propiamente en la Modernidad, se hubiesen ubicado bien en la Posmodernidad.

Edgar Kaufmann Jr. expresa hábilmente la esencia de la obra del arquitecto:

Para Wright, dice Kaufmann, la arquitectura es un gran agente inclusor a través del cual, la humanidad adapta el medio ambiente a sus necesidades y, recíprocamente, ocurre una sensibilización del hombre frente a su cosmos; a lo largo de continuos cambios, la arquitectura puede hacer la vida más natural y la naturaleza más humana. Estas ideas impregnan Fallingwater, de acuerdo con las aspiraciones de tanto el arquitecto como el cliente, y le da no solo su significado básico sino, también, un poderoso atractivo subliminal. (1993, p. 31)
Además de explicar la visión orgánica de Wright, la cita supra describe una ‘atmósfera’, es decir un espacio, o ambiente, especial, sublime, de esos en los que el usuario, o visitante, se siente bien física y espiritualmente. 

En Fallingwater se disfruta del interior y el exterior fácilmente y sin interrupciones debido a la relación simbiótica entre entorno y edificación – un entorno y arquitectura espectaculares, hay que decir – y a la proyección hacia el exterior, que se da en primer lugar a través de los ventanales y en segundo con las extensas plataformas más allá de las ventanas. Indudablemente los dos elementos contribuyen a la atmósfera del lugar. 

Para lograr las plataformas suspendidas, que forman terrazas, Lloyd Wright utiliza la estructura del voladizo (cantiléver) que ya había utilizado antes en la casa Robie.
Frank Lloyd Wright, Frederick C. Robie House, Historic American Buildings Survey, Cervin Robinson, Photographer, 18 August 1963, exterior from southwest, 5757 Woodlawn Avenue, Chicago, Cook County, IL, 5 x 7″
(Library of Congress HABS ILL,16-CHIG,33–3) (En Wiebe, 2015, https://smarthistory.org/frank-lloyd-wright-fallingwater/ [Recuperado 22/09/2018])

En Fallingwater usa la misma estructura para rconstruir  una repetición descendiente de terrazas de diferentes dimensiones, haciendo eco a la caída de agua sobre la cual se construye la casa. Las terrazas se proyectan de la estructura principal en forma sorprendentemente atrevida desafiando las leyes de la física con un efecto imponente y sobrecogedor.  
 
Frank Lloyd Wright, Fallingwater (1934-37), Bar Run, Fayette County, Pennsylvania, detalle. (En PBS-WTTW, 2016, https://www.pbs.org/video/10-changed-america-10-homes-changed-america/ Recuperado 22/09/2018)

La casa Kaufmann tiene una relación simbiótica con su entorno no solamente en términos formales sino también en términos estructurales. Las terrazas escalonadas se estabilizan gracias al contrapeso de la estructura nuclear de la casa y el ancla incrustada en la roca misma.


Frank Lloyd Wright, Fallingwater (1934-37), Bar Run, Fayette County, Pennsylvania, corte. (En PBS-WTTW, 2016, https://www.pbs.org/video/10-changed-america-10-homes-changed-america/ [Recuperado 22/09/2018])

Los materiales de construcción enfatizan exquisitamente la relación entre estructura y locus: los detalles arquitectónicos forman parte de la estructura, de plano ocupan el espacio mismo, o evocan elementos locales.

Por ejemplo, Lynda Wacconner (directora de Fallingwater y vicepresidente de la Conservaduría de Pennsylvania del Oeste) explica que la piedra utilizada en la construcción de los muros y postas es extraída de canteras locales, cercanas a la propiedad. (PBS-WTTW, 2016)  

Frank Lloyd Wright, Fallingwater (1934-37),Bar Run, Fayette County, Pennsylvania, detalle del muro exterior. (En PBS-WTTW, 2016, https://www.pbs.org/video/10-changed-america-10-homes-changed-america/ [Recuperado 22/09/2018])

Frank Lloyd Wright, Fallingwater (1934-37),Bar Run, Fayette County, Pennsylvania, detalle inteior. (En PBS-WTTW, 2016, https://www.pbs.org/video/10-changed-america-10-homes-changed-america/ [Recuperado 22/09/2018])

Asimismo, uno de los elementos más llamativos en la casa Kaufmann, el hogar, punto central del área común familiar y punto focal de la casa, como es típico en la vivienda de Lloyd Wright (Roth, 1980), es acentuado por la presencia de una roca nativa, parte de la estructura natural del sitio (PBS-WTTW, 2016). Su presencia tiene un efecto simplemente espectacular.
 
Frank Lloyd Wright, Fallingwater (1934-37),Bar Run, Fayette County, Pennsylvania, detalle de piedra natural del sitio. (En PBS-WTTW, 2016, https://www.pbs.org/video/10-changed-america-10-homes-changed-america/
 [
Recuperado 22/09/2018])

El piso de piedra, con un acabado de cera líquida brillante, evoca  la cama pétrea y mojada del arroyo debajo (PBS-WTTW, 2016). ¡Poético! 


Frank Lloyd Wright, Fallingwater (1934-37),Bar Run, Fayette County, Pennsylvania, detalle del piso interior. y el arroyo bajo la casa. (En PBS-WTTW, 2016, https://www.pbs.org/video/10-changed-america-10-homes-changed-america/ [Recuperado 22/09/2018])

Además, la casa esta directamente conectada al mismo arroyo a través de un acceso en el primer nivel; conexión que sirve para regular las altas temperaturas veraniegas. (PBS-WTTW, 2016)



Frank Lloyd Wright, Fallingwater (1934-37),Bar Run, Fayette County, Pennsylvania, detalle de la escalinata hacia el arroyo. (En PBS-WTTW, 2016, https://www.pbs.org/video/10-changed-america-10-homes-changed-america/ [Recuperado 22/09/2018])

Frank Lloyd Wright, Fallingwater (1934-37),Bar Run, Fayette County, Pennsylvania, detalle de la escalinata hacia el arroyo. (En PBS-WTTW, 2016, https://www.pbs.org/video/10-changed-america-10-homes-changed-america/ [Recuperado 22/09/2018])

Fallingwater se levanta en perfecta armonía consigo misma y con su entorno; parafraseando al crítico de arquitectura Paul Coldberger, Fallingwater 'o podría estar en otro lugar que en el que se encuentra porque es específica a su sitio.

Frank Lloyd Wright, Fallingwater (Edgar J. Kaufmann House), Mill Run, Pennsylvania, 1935, Color pencil on tracing paper, 15-3/8 x 27-1/4″ © The Frank Lloyd Wright Foundation.
(En Wiebe, 2015, https://smarthistory.org/frank-lloyd-wright-fallingwater/ [Recuperado 23/09/2018])

La casa no solo representa un hito en la arquitectura de Frank Lloyd Wright y la estadounidense sino también un punto de referencia en lo que a la integración de arquitectura y naturaleza se refiere; es decir, arquitectura que representa un refugio sin barreras impenetrables que permite gozar del espacio por completo y con ‘mucha atmósfera’.  






[1] Evidentemente, estudio completo y rigoroso escapa el alcance de esta publicación, aquí la idea es despertar su curiosidad y entusiasmarlos con la idea de una visita en persona al lugar.
[2] “There was a big tall rock standing beside the waterfall, and it seemed only natural to suspend the house from that rock above the falls.” (FLW)

[3] Las traducciones en la presente publicación han sido realizadas por Marissa Consiglieri.

[4] Ver Venturi, ‘Complejidad y Contradicción’ (1967).

[5] Ver Heidegger, “Construir, Habitar, Pensar” (1971)

Referencias

Arizmendi García, P. (2017, Primavera). Atmósfera, La Cogiunta, Peter Markli. Tesis de
            Grado - PDF. Madrid, España. Retrieved 09 23, 2018. Retrieved 09 22, 2018, from                              http://oa.upm.es/46962/1/TFG_Arizmendi_Garcia_Patricia.pdf

Baborsky, M. S. (2003). XX Century Architecture. (J. Hyams, Trans.) West Sussex: Wiley - Academy.

Kaufmann Jr., E. (1993). Fallinwater: A Frnak Lloyd Wright Country House. New York: Abbevile Press.

PBS-WTTW. (2016, April 04). The 10 Homes that Changed America. Chicago, Illinois, USA. Retrieved 09 22, 2018, from https://www.pbs.org/video/10-changed-america-10-homes-changed-america/

Roth, L. M. (1980). A Concise History of American Architecture. New York: Icon Editors.

Wiebe, C. (2015, 09 09). Frank Lloyd Wright, Fallingwater. Retrieved 09 23, 2018, from Smarthistory: https://smarthistory.org/frank-lloyd-wright-fallingwater/






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