viernes, 8 de septiembre de 2017

Aspiraciones de una maestra


Habiendo llegado a setiembre, ¡cómo pasa el tiempo!, me toca introducir un nuevo tema: maestros.

Evidentemente, en el hemisferio Norte, este es un tema pertinente y actual porque setiembre es el mes de inicio de clases, en todos los ámbitos académicos.

A pesar del mes, de la pertinencia del tema y del hecho que soy profesora, la verdad, estaba un perdida por el tema pero, por esas coincidencias de la vida, me llegó el mensaje de una querida amiga y colega, Milagros Antezano, recomendándome un filme, Words and Pictures. La película toca muy de cerca el tema de la educación. Como en todo buen guionista, Gerald di Pego, trata diferentes aspectos de la vida de los protagonistas: Jack Marcus (Clive Owen) y Dina Delsanto (Juliette Binoche). Desde mi punto de vista, uno de los más remarcables es el de su labor de maestros; sobre todo en el caso de Jack, si me lo preguntan.


Como ustedes saben, el objetivo de este blog es ofrecerles bocadillos de arte; sin embargo, mi idea no es aproximarme al filme con espíritu de crítica al séptimo arte, nada más lejos de mi mente. En realidad, hay otro matiz artístico en este drama que me atrae más, el arte de la enseñanza. Sí, el arte de ser maestro. Una breve valoración de cómo este arte se presenta en el filme es lo que propongo ofrecerles.  

Words and Pictures no es precisamente una cinta de estreno, fue presentada por primera vez en el TIFF (Toronto International Film Festival) en el año 2013.[1]  

En resumidas cuentas, el drama cuenta la historia de dos profesores que enseñan en un colegio americano secundario exclusivo y, académicamente hablando, muy exigente.  Dina es profesora de arte y Jack enseña literatura. Una serie de eventos e intercambios verbales los llevan a realizar una competencia en la cual los estudiantes, guiados por sus respectivos profesores, deben resolver cuál entre estos dos instrumentos de comunicación es más importante, eficiente y demanda mayor creatividad: las palabras o las imágenes. 

Indudablemente, el trabajo tanto de Binoche como de Owen es extraordinario. Sin entrar en pormenores, para no arruinarles la visita con el largometraje,[2] la dedicación y pasión exteriorizada por los personajes en el desarrollo de su profesión, son evidentes. Estas cualidades son importantes pero hay otros componentes que hacen un buen maestro. Así es que todo muy bien con la cinta pero yo sigo con mis trabas para verbalizar lo que intuyo hace de estos personajes buenos maestros.

Pero, ¡soy una suertuda!, porque poco después me encontré en Twitter con una publicación interesante de un tal Brian Taylor, a quien no conozco. Decía: “Acabo de colgar esto en mi puerta. Un poco aterrador pero si quiero crecer, tengo que estar dispuesto a incomodarme…”.[3]

#Obsérvame
¡Bienvenido! Por favor, entra y obsérvame. Me gustaría recibir 
retroalimentación sobre lo siguiente:

-    ¿Mi comunicación con los estudiantes promueve autoeficacia?[4]
-    ¿Mis estudiantes están involucrados y son capaces de ofrecer 
explicaciones adecuadas sobre lo que estamos haciendo en clase?
-   ¿Cómo puedo mejorar el ambiente en mi clase para estimular en los estudiantes 
el deseo de hacerse cargo de su aprendizaje?

       Aquí les incluyo el original:


Casi por reflejo, la compartí a través de mi muro en FB para que lo leyeran mis colegas porque me pareció que las preguntas que posa Taylor son parte esencial del arte de enseñar; sigo pensando igual. 

Indudablemente,  bajo la dirección de Fred Schepisi, Owen y Binoche desarrollan a sus personajes con destreza; ellos no son seres humanos perfectos pero son maestros consumados. Afortunadamente, la vida no es así porque sería muy aburrida. Nada y nadie es perfecto pero todos debemos buscar la perfeccción en todo sentido; ustedes saben..., lo de siempre: el artista está buscando la obra de arte perfecta. Y en ese afán de mejora y esa disposicion a cuestionarnos e  incomodarnos nos superamos. 

Personalmente, aspiro a ser una buena artista/maestra y a seguir desarrollando mis habilidades para expresarme en la enseñanza.  Además, estoy dispuesta a incomodarme.  Pero, como dice mi marido, una mano no apalude; entonces, aspiro, también, a que mis estudiantes asuman su parte: la de observarme; hacerme saber si los estoy ayudando a creer en sus propias habilidades; comunicarme si comprenden y pueden explicar las razones y logros de lo que hacemos en clase; y la de dejarme saber cómo puedo mejorar el ambiente, en nuestra aula, para empujarlos a asumir la responsabilidad de su aprendizaje. 





[1] La fuente de los datos puntuales y el afiche del film es Wikipedia: https://en.wikipedia.org/wiki/Words_and_Pictures_(film)  (Recuperado: 9/8/2017)

[2] (Words and Pictures está disponible en Netflix)

[3] “Just hung this on my door. A little scary but if I want to grow I have to be willing to be uncomfortable…” (Twitter: Brian Taylor @Brian_Taylor19 (Recuperado: 9/8/2017) Trad. mcc

[4] ”La autoeficacia es un concepto que introdujo Albert Bandura, un psicólogo ucraniano-canadiense que nació en 1925. …” “La autoeficacia, o las creencias en tus habilidades para tratar con las diferentes situaciones que se presentan, juega un rol importante no solamente en la manera de sentirte respecto a un objetivo o tarea, sino que será determinante para conseguir o no las metas en tu vida. El concepto de autoeficacia es un aspecto central en la psicología, ya que enfatiza el rol del aprendizaje observacional, la experiencia social, y el impacto en el desarrollo personal de una persona.” (en Psicología y Mente, “La autoeficacia de Alberto Bandura”: https://psicologiaymente.net/psicologia/autoeficacia-albert-bandura [Recuperado: 9/8/2017])


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...